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Este año el premio entreFotos 2014 ha sido concedido a: José Luis Mur.
Premio entreFotos
 

 

 

Presentación por José María Díaz-Maroto.

 

 

No recuerdo haberlo visto una sola vez con las manos quietas, sentado o descansando: su vida se configura en torno a las cámaras fotográficas, los libros, las colecciones y -sobre todo- conversar con sus amigos/clientes, todo ello compone la intensa vida de José Luis Mur, una pasión incombustible por la fotografía.

 

En una pequeña población del pirineo de Huesca, Labuerda, se sitúan sus primeros recuerdos fotográficos. Únicamente los turistas (nacionales) que visitaban estas tierras eran los poseedores de las primeras cámaras fotográficas que pudo contemplar de cerca, siendo en numerosas ocasiones el mismo Jose Luis el retratado. Pasadas unas semanas el milagro se producía y llegaban las fotografías por correo postal. Con tan solo 13 años, y a escondidas de sus padres, gasta todos sus ahorros y compra contra rembolso su primera cámara, una SIM de baquelita con película de 127 por 99 pesetas a través de un anuncio que lee en el periódico semanal "7 fechas", y que aun hoy conserva. Sus compañeros del institutos, su madre en el huerto y los paisajes del pirineo fueron sus primeros modelos, una vez realizadas las tomas, había que llevar el carrete a Aínsa (4,3 Km) y esperar más de una semana para recibir el ansiado sobre de 10x15 con las fotografías.

 

En aquellos años convivían activamente dos pasiones: la fotografía y el futbol, y gracias a esta segunda (el futbol) a los 16 años sale de su pequeña población para jugar en Barbastro y en poco tiempo adquiere su segunda cámara una Kodak Retina S2. Su buen hacer como cancerbero llega -a través de los periódicos deportivos- a Madrid y ficha por el Atlético de Madrid, "si señores, el Atlético de Madrid", siendo entrenador Mark Merkel y teniendo de compañeros, entre otros, a Luis Aragonés, Gárate, Abelardo  y Juan Gómez "Juanito", con el que compartía habitación en los desplazamientos. Sus días deportivos terminaron en el Cacereño, siendo en la ciudad de Cáceres donde continuó cultivando su gran pasión "la fotografía". La carrera deportiva terminó pronto por una inesperada lesión en las manos y -de nuevo- regresa a Madrid donde centra su residencia, retoma su carrera profesional y forma su familia. 

 

Madrid en los años setenta, a pesar de ser una gran ciudad, no es un lugar donde la fotografía creativa tuviese relevancia, la ausencia de lugares donde encontrar ambiente fotografico lleva a José Luis a visitar muy a menudo la Librería Científica donde encuentra, rebuscando con ahínco, libros de fotografía; lee con minuciosidad desde la primera a la última página de cada número de la revista dirigida por Ignacio Barceló "Arte fotográfico" y se hace socio de la Real Sociedad fotográfica, pero como era habitual en aquellos años, no encuentra complicidad con el resto de los socios, su timidez -a pesar de haber sido portada en los diarios deportivos y muy popular entre los atléticos de la capital- no le ayuda y el secretismo que se respiraba por la Calle Príncipe le aleja de "la Real".

 

Su ilusión profesional era poder trabajar en una compañía que tuviera relación con la fotografía pero, a pesar de enviar de forma continuada solicitudes de trabajo a las empresas del ramo no recibía contestación. El destino hace que, junto a un compañero que conoce en un curso de fotografía en la calle Galileo de Madrid, decidan ir un domingo al rastro para intercambiar, comprar o vender artículos de fotografía, en un metro cuadrado delimitado por una manta, que es todo lo que tenían. No era fácil, había que llegar al puesto a las cinco de la mañana, pagar la multa si venían los municipales y esperar a que el día acompañase, al poco tiempo el amigo desistió y José Luis emprendió en el rastro madrileño, y en solitario, su largo camino empresarial. Con el tiempo la situación en el rastro se formaliza y consigue un puesto estable de 6 m2. >>>

 

Por fin, en 1979 es seleccionado por la compañía Osawa-Mamiya para trabajar como comercial, y de esta forma compagina durante cuatro años este nuevo e ilusionante trabajo con el puesto estable de los domingos en el rastro. Sus conocimientos, su tesón y su vena comercial hacen del puesto del rastro un referente fotográfico en la capital, por donde pasaban todos los fotógrafos amateurs, profesionales, coleccionistas o curiosos que estaban por la ciudad. En 1983 decide alquilar un local en la calle Carlos Arniches, con la única  intención de almacenar el material fotográfico y no tener que trasportarlo a casa todos los domingos en su "dos caballos" pero, "cosas del destino", a los cuatro meses de alquilar el local la empresa donde trabajaba entra en suspensión de pagos en Japón y en abril de 1984 cierra Osawa España. Esto hace que José Luis abra, de manera permanente en el rastro de Madrid, FOTOCASIÓN, convirtiéndose en solo treinta años en uno de los establecimientos fotográficos más importantes de Europa.

 

Pero volviendo a la persona, a José Luis -como le conocemos todos-, quisiera hacer hincapié en sus valores altruistas, ayudando durante estas décadas permanentemente y de manera silenciosa a generaciones de fotógrafos, y cuando digo ayudado lo digo con mayúsculas... Ha sabido socorrer a multitud de fotógrafos mediante diferentes fórmulas y me consta que muchos de ellos conocen a ciencia cierta lo que indico, prestando de manera desinteresada materiales muy valiosos, cediendo a fondo perdido material fungible, apoyando económicamente en proyectos fotográficos (entreFotos ha contado siempre con su incondicional apoyo como patrocinador de la feria) o adquiriendo fotografías directamente a los autores, y de esta forma -doy fe- nace el interés -hoy pasión- por el coleccionismo fotografico de Jose Luis Mur. Su colección se inicia con la obra titulada "El maquinista ferroviario" de Gabriel Cualladó, a la que seguirán trabajos de Miguel Oriola, Dolcet, etc., pero no será hasta la compra de un lote de fotografías con obras de Alberto García Alix, Catalá Roca, Nicolás Muller o Joaquín Gomis entre otros, en la que intercedo personalmente, cuando comience a coleccionar de manera consciente. Más tarde adquiere una serie de fotografías que un coleccionista francés afincado en Andorra, había ido atesorando durante treinta años, y que incluía obras de Cartier Bresson, Doisenau, Newton, Alvarez Bravo, entre otros muchos. Al hablar de su colección su mirada se pierde, sus ojos se humedecen y dice:

"No sabría decir cual es el número exacto de obras que tengo en la colección, pero de lo que más orgulloso estoy es de los más de ciento sesenta originales de Ortiz Echagüe realizados al Carbón Fresón".

 

Hoy toda su colección está perfectamente protegida y archivada, y su hija Bárbara sigue sus pasos organizando y cuidando con mimo cada una de las obras que llegan. 

 

Ante la irrazonable pregunta de su favoritismo entre la colección de cámaras o la de fotografías, indica su preferencia por la colección de cámaras, pero únicamente porque fue la primera, ya que piensa que las dos se complementan a la perfección. Un detalle que no podemos pasar por alto es que la colección de cámaras fotográficas de José Luis Mur es la más importante de Europa y una de las cinco colecciones más importantes que hay en el mundo y de igual modo preservada y ordenada -de forma escrupulosa- por su hijo Sergio.

Por tanto, las numerosas virtudes y acciones enumeradas hacen merecedor con mayúsculas a José Luis Mur del Premio EntreFotos. Como en ediciones anteriores este sencillo premio reconoce los importantes valores humanos en torno a la promoción y divulgación de la fotografía, apreciando el mérito y el esfuerzo personal demostrado con la misma generosidad que lo hiciera en su día Gabriel Cualladó y que hoy siguen haciendo Marie-Loup Sougez, Lola Garrido, Leopoldo Zugaza, Alberto Anaut, Caterine Coleman, Julio Álvarez Sotos, Carlos Gollonet, Alejandro Castellote, Carlos Baztán y Oliva María.

 

Una vez más, la asociación EntreFotos expresa su agradecimiento y deja constancia de su reconocimiento a la labor innegable de José Luis Mur  que sin hacer ruido, ya forma parte de la historia de la fotografía de nuestra ciudad.

 

 

Premios entreFotos
 

2014 José Luis Mur


2013 Oliva María Rubio

2012 Carlos Baztán

2011 Alejandro Castellote

2010 Carlos Gollonet

2009 Julio Álvarez Sotos

2008 Catherine Coleman

 

 

 

 

2007 Alberto Anaut

2006 Leopoldo Zugaza

2005 Lola Garrido

2004 Marie Loup Souguez

2003 Gabriel Cualladó

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